¿Qué es?

Es una enfermedad crónico-degenerativa, que afecta la función de todos los órganos y sistemas del cuerpo. En la que, el cuerpo no puede regular la cantidad de glucosa (azúcar) en la sangre, por un conjunto de trastornos metabólicos, en donde la característica principal es la presencia de concentraciones elevadas de glucosa en la sangre de manera persistente o por tiempo prolongado.

La diabetes mellitus tipo 2 (DM2), representa entre un 90 a un 95% de todas las diabetes,  su prevalencia mundial es de alrededor del 9% y es causa directa de al menos 2 millones de muertes cada año.

¿Cuál es su causa?

La glucosa es esencial para el funcionamiento de todas las células, funciona como fuente de energía para que éstas puedan cumplir sus funciones. Al ingerir alimentos, la glucosa se dirige al torrente sanguíneo y gracias a la insulina, una hormona producida en el páncreas, misma que controla el nivel de glucosa en sangre, la glucosa puede ingresar a la célula para cumplir su función.

Las personas con diabetes no puede movilizar la glucosa desde la sangre hasta las células para metabolizarla o almacenarla como energía, o el hígado produce demasiada glucosa y la secreta en la sangre.

Esto puede deberse a que:

  1. El páncreas no produce suficiente insulina
  2. Las células no responden de manera normal a la insulina
  3. Ambas razones anteriores

El efecto es un aumento en la glucosa en sangre, conocida como hiperglucemia.

La DM2 se presenta por lo general pasados los 40 años. Es una enfermedad multifactorial, en donde diversos factores tanto genéticos, alimenticios, ambientales y del estilo de vida se conjugan para dar su origen. Sin embargo se conoce que la base de dicha enfermedad si se encuentra relacionada con factores genéticos, mientras más familiares afectados mayor probabilidad de padecerla. Aunque la expresión de dichos factores genéticos está ligada al estilo de vida.

Actualmente se sabe que los factores más importantes para su desarrollo son: el exceso de peso, la ingesta exagerada de alimentos, el consumo de polisacáridos de absorción rápida o de absorción lenta y la falta de ejercicio. La obesidad en el abdomen se asocia con elevados niveles de ácidos grasos libres, mismos que participan en la resistencia a la insulina y en el daño pancreático.

Sintomas

Es una enfermedad silenciosa y en etapas iniciales asintomática, por lo que el diagnóstico suele realizarse años después del inicio de la enfermedad. Sin embargo, durante este periodo silente, ocurren daños irreversibles tanto a pequeños como a grandes vasos sanguíneos.

Existe una triada clásica reconocida en la Diabetes Mellitus tipo 2:

  • Poliuria -excesiva producción de orina-
  • Polifagia -aumento anormal del apetito-
  • Polidipsia -aumento anormal de la sed-

Acompañando a estos síntomas clásicos se puede presentar

  • Pérdida de peso a pesar de la polifagia.
  • Fatiga o cansancio.
  • Disminución de la agudeza visual.

Signos y síntomas menos frecuentes:

  • Vaginitis en mujeres, balanitis (inflamación del glande) en hombres.
  • Glucosa en la orina u orina con sabor dulce.
  • Irregularidad en el ciclo menstrual femenino.
  • Impotencia en los hombres.
  • Dolor abdominal.
  • Náuseas y vómitos.
  • Mal aliento.
  • Hormigueo o adormecimiento de manos y pies.
  • Piel seca, úlceras o heridas que cicatrizan lentamente.
  • Debilidad.
  • Irritabilidad.
  • Cambios de ánimo.

Recomendaciones

El diagnóstico se basa en la medición única o continua (hasta dos veces) de la concentración de glucosa en sangre.Todos los adultos deben tener una revisión de salud anual en donde se realicen estudio de rutinarios. Es importante conocer los valores y llevar un registro.

  1. Para prevenir

Medidas simples que cambien el estilo de vida han probado ser eficaces para prevenir la Diabetes Mellitus tipo 2 o retrasar su aparición, algunas de ellas son:

  • Lograr y mantener un peso corporal saludable, al menos perder 4 kg de peso
  • Realizar actividad física al menos durante 30 minutos la mayoría de días a las semana. Debe ser una actividad regular.
  • Tener una dieta saludable, evitando grasas saturadas y azúcares.
  • Dejar el hábito de tabaquismo.
  • Restringir el consumo de alcohol.

 

  1. Para pacientes con DM2 (Además de lo mencionado en prevención)

  • Control de glucosa diario para valorar cumplimiento y eficacia de tratamiento.
  • Control de presión arterial 1 vez al mes
  • Cuidados podológicos (pies)
  • Control anual con Oftalmología
  • Control de lípidos en sangre
  • Control de función renal en sangre
  • Medición de Hemoglobina glucosilada cada 3 meses (permite valorar como estuvieron los niveles de azúcar en los últimos 3 meses)

Los más importante para el paciente es recibir educación y orientación por parte del personal médico con respecto a como cumplir el tratamiento y como mejorar el estilo de vida.

  1. Para la alimentación

  • Alimentos recomendados, sin exceder la cantidad ordenada por un Nutriólogo tales como, harinas: Arroz, pastas, papa, yuca, maíz, plátano, avena, cebada, fréjol, lenteja, garbanzo, soya, arvejas, habas, panes integrales y galletas integrales o de soya. Frutas: fresas, guayabas, mandarina, papaya, melón, piña, pitajaya, pera, manzana, granadilla, mango, maracuyá, moras, naranja, durazno, zapote, uvas, banano, tomate de árbol, mamey y chirimoya. En cuanto a los lácteos son convenientes la leche descremada, cuajada y yogur dietético. También son saludables las grasas de origen vegetal como el aceite de canola, de maíz, la soya, el aceite de girasol, ajonjolí y de oliva. Las verduras como zanahoria, pepinillo, etc.
  • Alimentos no recomendados: carbohidratos simples como el azúcar, la panela, miel, melazas, chocolates, postres endulzados con azúcar, helados, bocadillos, mermeladas, dulces en general y gaseosas corrientes. También son inconvenientes las grasas de origen animal como las carnes grasas, embutidos, mantequilla, crema de leche, mayonesas, manteca, tocino de piel de pollo y quesos cremosos.
  • Alimentación fraccionada: comer cada 3 a 4 horas.

Expectativas a futuro

Más de 400 millones de personas en el mundo viven con DM2. Es importante tomar en cuenta que ésta se puede evitar, retrasar y en caso de diagnosticarse se puede tratar con dieta, actividad física, medicación y exámenes periódicos para detectar y tratar sus complicaciones.

Las complicaciones suelen estar relacionadas con un mal control de la enfermedad y no a la enfermedad per se.

  1. Complicaciones agudas

  • Estado hiperosmolar o coma diabético, debida a la elevación patológica de los niveles de glucosa. Es potencialmente mortal y debe ser atendido de manera urgente en un hospital.
  • Hipoglucemia, disminución patológica de los niveles de glucosa, también potencialmente mortal.
  1. Complicaciones crónicas

  • Daño de los pequeños vasos sanguíneos (microangiopatía)
  • Daño de los nervios periféricos (polineuropatía)
  • Pie diabético: heridas difícilmente curables y la mala irrigación sanguínea de los pies, puede llevar a úlceras que no cicatrizan y eventualmente a la amputación de las extremidades inferiores.
  • Daño de la retina (retinopatía diabética)
  • Daño renal hasta la Insuficiencia renal crónica terminal
  • Hígado graso o Hepatitis de Hígado graso (Esteatosis hepática)
  • Daño de los vasos sanguíneos grandes (macroangiopatía): trastorno de las grandes arterias, lo que puede ocasionar infartos, accidentes cerebrovasculares y trastornos de la circulación sanguínea en las piernas. ítica pueden no sentirse dolores.

Es importante realizar un chequeo médico anual. En caso de presentar antecedentes familiares de DM2 en parientes de primer grado, o contar con lo factores de riesgo mencionados, es de suma importancia contactar con tu médico de cabecera

Fuente: OMS