El estrés puede ser un enemigo silencioso para la salud. El estilo de vida puede repercutir directamente en la salud, y no solo en la salud emocional, sino también en el comportamiento normal de nuestro cuerpo. ¿Existe alguna diferencia dependiendo del género?

Se conoce que el estrés mental puede afectar negativamente a los vasos sanguíneos, y lu nuevo estudio sugiere que las mujeres que tiene una enfermedad cardiaca diagnosticada pueden ser especialmente vulnerables.

Investigaciones previas han reportado que, en comparación con sus homólogos masculinos, las mujeres con enfermedad cardiaca tienen más probabilidades de sufrir «isquemia miocárdica» en respuesta al estrés mental.

Es decir, una reducción en el flujo de la sangre que llega al corazón, con su consecuente falta de oxigenación, lo que puede aumentar el riesgo de complicaciones cardíacas potencialmente fatales, como un infarto.

En el nuevo estudio, los investigadores descubrieron una explicación para dicho fenómeno: cuando las mujeres están bajo estrés psicológico, son más propensas a contraer sus vasos sanguíneos, que los hombres.

Los expertos dijeron que los hallazgos denotan algunas realidades. Tradicionalmente, los médicos se han centrado en qué tan bien responden el corazón y los vasos sanguíneos al estrés físico, dijo la Dra. Nieca Goldberg, vocera de la Asociación Estadounidense del Corazón.

«Pero no podemos ignorar el problema del estrés mental en el tratamiento de la enfermedad cardíaca», dijo. Y tomar en cuenta este riesgo puede ser especialmente importante para las mujeres, dijo Goldberg, quien también es directora médica del Centro para la Salud de la Mujer de NYU Langone en la ciudad de Nueva York.

No hay una sola solución para lidiar con el estrés, dijo Goldberg. Para algunas personas, una caminata diaria o aplicar técnicas de relajación podría ser suficiente, pero para otras personas la consulta con un profesional de la salud mental podría ser necesaria.

«Todos los factores estresantes son diferentes«, dijo Goldberg. «Entonces, como médicos, necesitamos trabajar con las pacientes individualmente».

El estudio involucró a 678 personas con enfermedad coronaria (las arterias del corazón). Quienes presentan en las paredes de las arterias coronarias, «placas» que se acumulan, y que algunas veces causan síntomas como dolor en el pecho y dificultad para respirar. Si una placa se rompe y bloquea completamente una arteria, ocurre un infarto cardiaco.

Cada paciente pasó por una prueba de estrés mental, que fue hablar en público. Posteriormente los investigadores utilizaron imágenes del corazón para ver si se desencadenó o no, la isquemia miocárdica. Alrededor del 15% de todos los pacientes del estudio tuvieron isquemia inducida por estrés, fueron distintas para ambos sexos.

En las mujeres, la isquemia fue causada principalmente por la constricción (oclusión) en los vasos sanguíneos pequeños, dijo la investigadora principal, Dra. Viola Vaccarino, profesora en la Escuela de Salud Pública Rollins de la Universidad Emory en Atlanta.

Por el contrario, cuando los hombres desarrollaron isquemia, esta se debió principalmente a que el estrés mental provocó un aumento en la presión arterial y la frecuencia cardíaca, lo que aumentó la carga de trabajo del corazón.

Ya se sabe, dijo Vaccarino, que las mujeres son más propensas que los hombres a tener «disfunción microvascular», que se refiere a problemas en los pequeños vasos sanguíneos que alimentan el corazón. Esas arterias no están obstruidas con placas, pero tienen daños que pueden afectar el flujo sanguíneo directamente.

«Básicamente, los pequeños vasos no se relajan», explicó Vaccarino. Según Goldberg, esa mayor tasa de disfunción microvascular podría ayudar a explicar por qué las mujeres son más propensas a la constricción de los vasos sanguíneos cuando están estresadas.

Es importante tomar en cuenta que muchas personas con isquemia relacionada con el estrés no saben que la padecen, dijo Vaccarino. «En la mayoría de los casos, es asintomático, o silencioso», dijo. Sin embargo señaló que «El estrés es universal. Es la forma en que lidiamos con lo que nos importa».

Ella estuvo de acuerdo en que las técnicas simples como la relajación guiada o la meditación pueden ser un buen lugar para comenzar. El ejercicio regular, como una caminata diaria, es otro, y no solo porque puede ayudar a una persona estresada a sentirse mejor, apuntó Vaccarino.

«El ejercicio físico en realidad hace que los vasos sanguíneos se dilaten. Es el efecto opuesto de lo que vemos con el estrés mental. El mensaje principal es que necesitamos encontrar formas saludables de sobrellevar el estrés«, dijo Vaccarino. Y eso puede ser particularmente importante para las mujeres, agregó.

«Por lo general, las mujeres no se ponen primero», dijo. «Pero necesitan tomar descansos todos los días, encontrar formas de relajarse». No está claro si el estrés puede causar una constricción similar de vasos sanguíneos en mujeres sin enfermedad cardíaca, apuntó Vaccarino, por lo que deben realizarse más estudios que permitan establecer el riesgo real.

Buscar mecanismos de escape a la rutina y al estrés diario podrían ser métodos fáciles y accesibles para cuidar al corazón y prevenir enfermedades potencialmente letales.