Cuando acudes a una consulta médica, ya sea por un malestar en específico o una revisión anual, el médico, además de realizar un interrogatorio organizado de tus antecedentes y molestias, realiza una minuciosa exploración física. Alguna vez te has preguntado ¿qué es lo que espera encontrar cuando palpa, toca, escucha con su estetoscopio o revisa ciertas regiones de tu cuerpo?

Presionar el Abdomen

El médico observa tu abdomen, su forma, las características de la piel y la forma en la que se mueve al respirar, para asegurarse que todo esté bien. También puede escuchar con el estetoscopio los diferentes sonidos que normalmente emite el intestino y que pueden variar si existe enfermedad. Y sin duda presionará tu abdomen, esta técnica se llama palpación y tiene como fin detectar zonas muy tensas, muy blandas o incluso sentir si los órganos internos están más grandes de lo que deberían.

Revisar los oídos

El nombre del instrumento que se utiliza es otoscopio, posee luz y le permite al médico tener una mejor visión de la cavidad estrecha y oscura de tu oído, en especial si hay problemas de audición o dolor. Con ésto, podrá visualizar si está irritado el tímpano, inflamado el canal auditivo, si existe líquido que indica una infección o si existe mucha cera.

Revisar la boca

La cavidad oral puede darle a tu médico muchas pautas con respecto a tu salud. Incluso de enfermedades graves, por ejemplo, en un fumador una mancha blanca o un crecimiento anormal en la lengua, podría alertar de una lesión propensa a la malignidad. Sin dejar de lado lo más común, como alteraciones en las amígdalas, los dientes e incluso el aliento.

Revisar los ojos

El médico te alumbrará ambos ojos con una luz, con esto valorará tus pupilas, (el punto negro central en cada ojo), encargadas de controlar cuanta luz entra en el ojo. Ambas deben reaccionar igual a la luz y conservar su forma redondeada. Cualquier cambio puede ser un indicador de problemas. El revisar el ojo también puede mostrar cambios relacionados con diabetes, glaucoma o hipertensión arterial.

Escuchar tu pecho

El médico escucha tu pecho con el estetoscopio, técnica conocida como auscultación, para asegurarse que el ritmo del corazón sea regular, y no hayan sonidos sobreañadidos, como un murmullo o soplo. También puede auscultar tus pulmones para determinar si hay una respiración clara, cuando padeces asma, por ejemplo, se asegurará que no existan silbidos, que indiquen una mala salida del aire.

Tomar la presión arterial

Cuando el médico envuelve un brazalete ancho alrededor de tu brazo y lo aprieta con una válvula, está midiendo tu presión arterial. Es decir, la fuerza en tus arterias y venas a medida que el corazón bombea sangre. Es importante revisar sus valores, porque una presión arterial elevada puede no dar otro síntoma, convirtiéndose en una enfermedad letal silenciosa. Mantenerla en valores normales disminuye el riesgo de un accidente cerebrovascular o un infarto o falla cardiaca.

Pesarte y medirte

El médico usará tu peso, talla y la medida de tu cintura para calcular tu índice de masa corporal (IMC), un estimado de tu grasa corporal. Es una manera de llevar control de la ganancia o pérdida de peso a lo largo de las consultas. Un IMC puede indicar sobrepeso u obesidad, que se traducen en un riesgo incrementado de padecer enfermedad cardiaca, hipertensión arterial, diabetes, cálculos en la vesícula, algunos tipo de cáncer, entre otras enfermedades.

Tomar una muestra de sangre

Tomar una muestra sanguínea de una vena puede ser la mejor manera de identificar condiciones que no presenten síntomas tempranos, como el colesterol elevado, la diabetes o una enfermedad tiroidea. Si tu médico encuentra alguna alteración podría iniciar tratamiento oportuno e incluso prevenir complicaciones.

Golpear la rodilla con un martillo

La razón por la que los médicos dan pequeños golpecitos en distintas articulaciones es para determinar el estado de los reflejos. Estos pueden ser normales, poco reactivos o muy reactivos al golpe, pudiendo identificar alteraciones neurológicas o musculares.

Pequeños golpeteos en la caja torácica y abdomen

Esta técnica de examinación se conoce como percusión, se utiliza para determinar la condición de las cavidades. Sonarán de diferente manera si su contenido es aire, líquido o si está ocupado por un órgano sólido. Permite determinar si existe alteración en el tórax o en el abdomen.

Tomar el pulso

El pulso de una persona sana en reposo oscila entre 60 a 100 latidos por minuto. El pulso es un punto de referencia importante que muestra como la salud evoluciona en tiempo real y puede ser un indicador, en conjunto con la presión arterial, peso e IMC, de tu estado de salud global. En caso de encontrar anormalidad en el pulso, el médico solicitará estudios complementarios para descartar una enfermedad.

Hacer un tacto rectal

No hay una forma bonita de describir este procedimiento. Y aunque es muy incómodo, es un estudio importante como primer paso para identificar problemas rectales en ambos sexos y prostáticos en el caso de los hombres.

Una muestra de orina

Realizar análisis en la orina puede identificar infecciones urinarias, enfermedades de transmisión sexual, cálculos renales, diabetes o un problema en la vejiga. Para las mujeres también puede confirmar un embarazo. El estudio se puede solicitar en una revisión de rutina o cuando existan molestias al orinar.

No olvides acudir a una revisión anual con tu médico de cabecera. Cuando hablamos de salud siempre será mejor prevenir antes que lamentar.

Fuente: WebMD