Un bebé da la vuelta a tu mundo. Viene acompañado de muchas sonrisas, sorpresas, lecciones, cambios en los horarios, en los hábitos de la familia y en el cuerpo de la mamá. Uno de los cambios que probablemente más atención recibe es la aparición de las famosas estrías en el vientre y te queremos contar todo sobre ellas.
Las estrías son marcas que se dan cuando la piel no puede mantener el mismo ritmo de crecimiento que tu cuerpo. Esto hace que las fibras elásticas justo debajo de la superficie de la piel se rompan, dando lugar a estrías. Tanto hombres como mujeres pueden presentarlas en diferentes partes del cuerpo, como la barriga, piernas, cadera, senos, brazos y espalda.
En el caso del embarazo, una mujer gana en promedio 30 libras durante los 9 meses, por lo que este crecimiento casi seguramente dejará estrías en el vientre o en el busto. Por lo general durante este tiempo toman un color rojizo o morado, pero con el paso del tiempo se convierten en grises o blancas.
Si tienes estrías, no eres la excepción. En Estados Unidos se estima que el 90% de las mujeres embarazadas las presentan, por lo general a partir del sexto o séptimo mes. Otro factor importante es la genética, si tu mamá tuvo estrías durante el embarazo es muy probable que tu también las tengas.
La mala noticia es que a pesar de la cantidad de cremas (de todos los precios) que aseguran prevenir las estrías, no existe manera de prevenirlas. Esto no quiere decir que no sea buena idea mantener tu piel hidratada con estos productos, además de tomar mucha agua, ya que hará que tu piel esté sana durante el embarazo y aliviará la picazón que provoca el crecimiento.
Si buscas deshacerte de ellas, la mejor época es mientras todavía están de color rojo o morado. Existe una variedad de productos y tratamientos para desaparecerlas, y tu dermatólogo sabrá recomendarte la mejor opción para tu tipo de piel. Si no te molestan, muchas mujeres han decidido aceptarlas como parte de su nuevo cuerpo, nuevo hijo y nuevas aventuras.
¡Ser mamá es simplemente fantástico!
