La quimioterapia es una terapia que busca reducir el número de células cancerígenas en el cuerpo mediante el uso de ciertos medicamentos, que producen varios efectos colaterales. Aunque nunca se puede estar completamente preparado, conviene saber algunas cosas antes de iniciar el tratamiento.
La quimioterapia se dirige a las células que crecen y se dividen rápidamente, como lo hacen las células cancerosas. A diferencia de la radiación o la cirugía, que se dirigen a áreas específicas, la quimioterapia puede funcionar en todo el cuerpo. Pero también puede afectar algunas células sanas de crecimiento rápido, como las de la piel, el cabello, los intestinos y la médula ósea. Eso es lo que causa algunos de los efectos secundarios del tratamiento.
La efectividad de la quimioterapia depende del tipo de cáncer y de su estadío. En algunos casos, el tratamiento puede destruir las células cancerosas hasta el punto de que su médico ya no pueda detectarlas en su cuerpo. Después de eso, el mejor resultado es que nunca vuelven a crecer, pero eso no siempre sucede. En otros, solo puede evitar la propagación del cáncer a otras partes de su cuerpo o retrasar el crecimiento de tumores cancerosos. Y en ciertos casos, la quimioterapia no puede curar o controlar la propagación del cáncer y simplemente se usa para reducir los tumores que causan dolor o presión. Estos tumores a menudo continúan creciendo de nuevo.
Normalmente, la quimioterapia se combina con otros tratamientos. Se puede utilizar después de una cirugía donde un médico extirpa tumores o tejidos cancerosos u órganos contaminados con células cancerosas. Puede usarse en conjunto con la radioterapia, donde un médico utiliza partículas radiactivas invisibles para destruir las células cancerosas. Puede ser administrado por una máquina especial que bombardea partes del cuerpo desde el exterior o colocando material radiactivo cerca, e incluso dentro de su cuerpo. Otra posible combinación es con una terapia biológica, en la cual se introducen cuidadosamente materiales vivos en forma de bacterias, vacunas o anticuerpos para matar las células cancerosas.
Los casos de cáncer tienden a cambiar. Es posible que los médicos le brinden un pronóstico y un plan de tratamiento después de la primera imagen o biopsia, pero luego cambien el pronóstico o el tratamiento después de obtener más información sobre el cáncer mediante pruebas adicionales.
Cada experiencia de quimioterapia es única. Desde las películas hasta los libros pueden dar una referencia de cómo podría ser la quimioterapia, pero cada persona tiene una experiencia distinta. Si bien los grupos de apoyo pueden ser útiles en este proceso, hay que tomar en cuenta que las experiencias no se van a repetir exactamente igual en cada caso. La experiencia de quimioterapia de todos es completamente diferente. Cada cuerpo reacciona de manera diferente a las drogas en particular. Puede pasar un mal momento, o puede que no. Lo mejor que se puede hacer es esperar y ver.
Los efectos de la quimioterapia son acumulativos, empeoran con cada ciclo. Cada infusión es más difícil. Cada ciclo debilita más a la persona.
No una existe una manera para predecir con certeza cómo va a reaccionar una persona a la quimioterapia. Depende de su estado general de salud, del tipo de cáncer que padece, de su gravedad y de la cantidad y el tipo de medicamentos de quimioterapia. Por ello, siempre es prudente tomar algunas precauciones.
La persona puede prepararse para esto haciendo que alguien lo lleve al hospital y lo regrese a su casa después del tratamiento. También debe planear descansar el día antes y el día después del tratamiento. Durante este tiempo, puede ser útil obtener ayuda con las comidas y el cuidado de los niños, si es necesario. Es posible que el médico pueda ayudar a controlar algunos de los efectos secundarios más severos de la quimioterapia.
Fuente: WebMD
