La menopausia es un evento por el que todas las mujeres, inevitablemente, pasarán. A pesar de esto, aún existen muchos mitos en relación a cómo ocurre este proceso y los cambios que ocurren en el cuerpo a consecuencia del mismo. Aquí aclararemos algunas dudas y brindaremos importantes consejos, para sobrellevar positivamente ésta transformación natural del cuerpo femenino.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), define la menopausia natural como: el cese permanente de la menstruación, después de 12 meses consecutivos de amenorrea (ausencia de sangrado). Ocurre entre los 45 y 50 años de edad y representa el fin de la etapa fértil de la mujer. Esta fase de transición empieza unos años antes de la última menstruación.
Por otro lado, el climaterio, hace referencia a toda la fase de transición desde el final de la madurez sexual completa, hasta la denominada vejez de la mujer. El climaterio dura entre 10 y 15 años aproximadamente y en sus diferentes fases el nivel de las hormonas sexuales femeninas cambia continuamente, lo que provoca cambios y molestias en la mujer.
El estado de ánimo y la menopausia
El cambio hormonal sin duda afecta al estado de ánimo. Además se debe añadir a esta ecuación, la sensación que trae el envejecer y el ver los cambios que experimenta el cuerpo. Un trastorno depresivo puede manifestarse. Lo mejor es estar alerta frente a los síntomas tempranos, buscar ayuda y tratamiento y enfrentar los cambios sin que repercutan negativamente en la vida diaria.
El peso, el cuerpo y la menopausia
Después de la menopausia una mujer promedio aumenta de 2 a 5 libras. Debido a la baja de producción de estrógenos, el cuerpo cambia la manera en la que se almacena la grasa. El peso extra que aparece se deposita especialmente en el abdomen bajo, no causará problemas de salud mayores, pero se necesitará trabajo adicional para poder perderlo.
Otro cambio que puede ocurrir es la variación en la forma del cuerpo. De una silueta en forma de pera, con caderas y piernas anchas, a un cuerpo en forma de manzana. La grasa ahora se acumulará preferentemente en la cintura y el abdomen.
También, es normal que los pechos cambien de forma, pierdan firmeza y hasta se encojan un poco después de la menopausia. Usualmente se pierde una talla en la copa del brasier o incluso más a medida que pasa el tiempo.
Los huesos y la menopausia
Los estrógenos ayuda a mantener los huesos en equilibrio. El proceso de desgaste de los mismos, empieza alrededor de los 35 años, pero el proceso se acelera considerablemente durante la menopausia. Huesos más débiles son propensos a fracturas, por lo que un médico especializado determinará si un suplemento de calcio u otras medidas pueden prevenirlo.
Enfermedades y la menopausia
El riesgo de padecer un infarto cardiaco, un accidente cerebrovascular o cualquier otro problema relacionado con el corazón aumenta a medida que descienden los niveles hormonales. Por lo que es necesario mantener el corazón sano, haciendo ejercicio, teniendo una dieta balanceada y alejándote del tabaco.
También notarás que sientes deseos de orinar con mayor frecuencia. La alineación de la uretra, el conducto que lleva la orina de la vejiga hacia afuera, presenta resequedad, se hace más delgada y menos elástica. Eso puede ocasionar que existan “fugas” al toser, reír o levantar objetos pesados. Tu médico puede recomendarte ejercicios para entrenar y fortalecer los músculos de ésta región, para evitar la incomodidad.
Otros cambios en el cuerpo incluyen: resequedad en los ojos y resequedad en toda la piel. Se puede optar por humectar el cuerpo frecuentemente y tomar muchos líquidos.
La vida sexual y la menopausia
El mito de que la mujer no podrá experimentar una vida sexual plena después de la menopausia es falso. A pesar de que por la falta de estrógenos, la vagina presente resequedad y se sienta menos estrecha, tanto lubricantes como la terapia estrogénica pueden ayudar. Además, tener relaciones sexuales regularmente aumentará el flujo sanguíneo y mantendrá los músculos vaginales con un adecuado tono. Un punto a favor de la menopausia es que al eliminarse el riesgo de un embarazo, muchas mujeres disfrutan mucho más del sexo.
A pesar de ser una etapa de muchos cambios anatómicos y fisiológicos, el cuerpo está preparado para afrontarlos. Mientras más información tengas y aprendas a conocer tu cuerpo, podrás vivir esta etapa de una manera positiva y saludable.
Fuente: WebMD
