Bebe llorando

Se dice que “madre solo hay una” y la ciencia lo corrobora. Investigadores están aprendiendo cada vez más, del vínculo único que tiene una madre con su bebé desde el momento del nacimiento y como el comportamiento materno frente a las necesidades de su hijo podrían ser universales.

De acuerdo con un estudio reciente, parece ser que las mujeres alrededor del mundo, tienen la misma respuesta tanto en su comportamiento como en sus cerebros cuando escuchan a sus bebés llorar.

En el estudio, madres de 11 países diferentes consistentemente iban por sus bebés, los cargaban y hablaban con ellos en cuanto oían su llanto. En otro grupo de mamás, expuestas al mismo estímulo, se valoró por medio de resonancia magnética, en donde existía mayor actividad cerebral en el momento de escuchar el llanto, y precisamente fue en las regiones relacionadas con brindar cuidado, el movimiento y el habla.

Encontrar dichas conexiones entre el cerebro y el comportamiento es en parte lo que hace la neurociencia, dijo el autor principal del estudio Marc Bornstein, jefe del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano.

¿Qué nos dice el llanto?

“El llanto también puede denotar el estado de salud de un niño” dice Bornstein, es por esto que el llanto excita a algunos adultos, incluidas las madres, para responder con empatía y cuidarlo. Sin embargo, en algunos adultos puede generar una respuesta negativa con negligencia y hasta abuso.

El llanto puede ser el detonante del maltrato. Por esto, entender cómo las madres responden normalmente al llanto tanto en su comportamiento como en su sistema nervioso, es una potencial fuente de informacion. “Nosotros esperamos que esta investigación pueda alentar a otros a estudiar las respuestas del cerebro asociadas con variantes anormales de la paternidad, como las madres que maltratan a sus hijos.

Una mamá responde al llanto en 5 segundos

foto de parte de un reloj de pared

El estudio involucró a 684 mamás primerizas sanas de Argentina, Bélgica, Brasil, Camerún, Francia, Kenia, Israel, Italia, Japón, Corea del Sur y los Estados Unidos. Los investigadores observaron y grabaron durante 1 hora la interacción entre una madre y su hijo, que tuvo alrededor de 5 meses y medio, estando en casa.

El hallazgo más sorprendente fue que las madres responden consistentemente al llanto de sus bebés, sin importar el país de origen. “Lo hicieron en un lapso de tiempo muy corto, 5 segundos desde el inicio del llanto, y todas prefirieron cargarlos y abrazarlos o hablar con ellos”, dijo Bornstein.

Usando la tecnología, el grupo de investigadores también escaneó, por medio de resonancia magnética, los cerebros de un grupo diferente de 43 madres primerizas de los Estados Unidos. Ellas fueron escaneadas mientras escuchaban el llanto de su bebé u otros ruidos. Los resultados fueron comparados con el escaneo de otras 44 madres en China, que no eran primerizas, pero que de igual manera escucharon el llanto de su bebé.

Los resultados de las resonancias magnéticas mostraron que en ambos grupos, escuchar a su hijo llorar, siempre, activó las regiones del cerebro asociadas con la intención de moverse, cargar y hablar, el proceso de audición y de brindar cuidado. Esas áreas que fueron activadas pueden describirse como áreas de “alerta” y “planeación”, dijo Robert Froemke, de neurociencias de la Universidad de Nueva York

Los cerebros de las madres primerizas cursan por cambios

imagen de un celebro

El cerebro de una madre primeriza, se ve alterado para adaptarse a las nuevas funciones que debe cumplir. Una hormona llamada oxitocina, que juega un rol importante en el nexo madre-hijo, junto con otras hormonas podría estimular la reacción de alerta o urgencia al escuchar el llanto de su bebé, gracias a un moldeamiento del cerebro, dijo Froemke.

“El estudio contribuye con la literatura ya existente del cerebro materno, al identificar las regiones cerebrales comunes, que son sensibles al llanto, a través de las culturas” dijo Pilyoung Kim, profesora de psicología de la Universidad de Denver, que ha dirigido otros estudios de la neurociencia de la maternidad.

“Este es un paso importante para estudios futuros que busquen entender las respuestas comunes, así como diferentes, de las madres en diversas culturas, tanto en sus cerebros como su comportamiento”. añadió. “El cerebro de una madre primeriza experimenta cambios dinámicos para permitirle adaptarse al estrés y soportar la transición hacia la maternidad”.

Se necesitan más estudios para determinar si existen respuestas similares al llanto de un bebé en mujeres adultas que no son madres, dijo Bornstein. No hay duda que la naturaleza sabe lo que hace.