Todo lo que debes saber sobre tu ombligo

El ombligo en una parte del cuerpo a la que muy pocas veces se le presta atención. Sin embargo, el ombligo es el recuerdo, de por vida, que una vez estuviste conectado y dependiendo enteramente de tu mamá, mientras flotabas en un universo líquido.

Tanto el cordón umbilical, que cumplió la función de conexión y supervivencia, y particularmente su remanente que es el ombligo, han sido siempre fascinantes para el humano, y aún en la actualidad existen tradiciones internacionales interesantes para celebrar y ayudar a la separación física del cordón umbilical.

El cordón umbilical es probablemente el primer juguete de un bebé, videos de ultrasonido han permitido ver a muchos bebés mientras juegan con él in útero. El ritual de cortar el cordón es uno de los procedimientos más difundidos mundialmente, e incluso marcan un hito en la llegada al mundo del nuevo ser.

Evidencia científica reciente, incluso ha cambiado el momento en el que se recomienda cortar el cordón tras el nacimiento. Los estudios indican que el bebé puede recibir entre 80 a 100 ml más de sangre (un tercio de su volumen total) si se corta el cordón 3 a 4 minutos después del nacimiento. Y no es solo la cantidad de sangre extra que recibe, sino que dicho extra volumen tiene un impacto positivo en el desarrollo infantil.

¿Que és el cordón umbilical?

bebé siendo sacado el residuo del cordón umbilical

Este elemento vital para el desarrollo de un embrión, se forma en las primeras etapas del embarazo, y se elonga (gracias a su composición elástica) debido al incremento de los movimientos del bebé, hasta alcanzar una longitud promedio de 50 a 70 cms. Mientra más se mueve el bebé, más largo es el cordón.

Se compone de tan solo una vena larga y dos arterias más pequeñas. La vena lleva la sangre oxigenada desde la madre al bebé y las arterias llevan la sangre desoxigenada y productos de desecho del bebé hacia la madre. En el otro extremo está conectado a la placenta, que funge como un intermediario entre la circulación materna, y hace las veces de filtro.

El cordón tiene una composición gelatinosa que sirve de protección, llamada gelatina de Wharton. Una especie de “airbag” natural, que protege los vasos sanguíneos en su interior, así como al mismo cordón de enredarse en el bebé o en sí mismo.

Todo este impresionante sistema de vida, cesa en el nacimiento tras el corte del cordón. Una vez seccionado se “marchita”, se seca, y se convierte en un remanente café negruzco, que se desprende durante la 1era semana de vida, dejando como recuerdo al ombligo.

El ombligo varía entre personas, algunos lo tienen profundo otro no y en ciertas culturas se perfora o decora con joyería. Pero, hay algo más ocurriendo debajo de éste recuerdo de nuestra vida fetal?

Después del nacimiento y del primer respiro, un cambio en la circulación sanguínea permite la adaptación al mundo externo. En este sorprende cambio las 2 arterias se constriñen y frenan el flujo de sangre y posteriormente la vena también colapsa. Internamente, los tres vasos se convierten en ligamentos. Estas fibras anchas de tejido conectivo, dividen internamente al hígado en secciones y se quedan conectados con el interior del ombligo.

¿Alguna vez has notado cosquillas alrededor de la pelvis cuando introduces el dedo en el ombligo? la explicación son los ligamentos internos que siempre tendrán conexión con el cuerpo y la circulación interna.