El oído es un órgano muy sensible, encargado de muchas más cosas que solo escuchar. También es el responsable de que una persona mantenga el equilibrio. Y, como cualquier órgano de los sentidos, nos ayuda a interpretar el mundo a nuestro alrededor.

El funcionamiento del oído es un proceso complejo. Los sonidos llegan a la oreja, que ayuda a capturar y dirigir las ondas hasta el tímpano. Luego, las vibraciones pasan a través de los pequeño huesillos que existen en el oído medio hasta llegar a la parte más profunda del oído, llamada cóclea. La cóclea es un pequeño órgano con forma de caracola. Está llena de vellosidades que vibran y envían señales al cerebro. Al llegar al cerebro, estas señales son interpretadas y transformadas en algo que se pueda interpretar.

Los humanos tienen la capacidad de escuchar sonidos de hasta 20 kilohertz, lo cual es relativamente bajo comparado con otros animales e incluso insectos. Los perros pueden escuchar frecuencias de hasta 60 kilohertz. Algunas especies de murciélagos escuchan hasta 200 kilohertz, pero una polilla puede escuchar hasta 300 khz.

Ya que el oído también se encarga del equilibrio, un trastorno en el oído interno puede causar vértigo. El vértigo es la ilusión de movimiento de las cosas que se encuentran alrededor de la persona, como si todo estuviera girando. Puede darse por muchas razones, por un golpe en la cabeza, una migraña, cirugía en el oído, o por pasar mucho tiempo acostado. La edad es otro factor, entre más edad tiene la persona, es más propensa a sufrir de vértigo. La mayoría de veces, la sensación se irá por sí sola. Si es que no ocurre así, hay que visitar al médico.

Los oídos pueden controlar el equilibrio del cuerpo porque están diseñados para detectar los movimientos que realiza la cabeza. Los principales encargados de esta función son los canales semicirculares, ya que almacenan la endolinfa. Este líquido viaja entre los canales de cada vez que movemos la cabeza. Este movimiento manda señales al cerebro, que a su vez manda señales a los músculos que cree convenientes para que la persona mantenga el equilibrio.

Esa sensación de tener los oídos bloqueados se da cuando la presión en ambos oídos no es igual. Es muy común que se dé cuando se está en un avión. Para evitar esta sensación, bosteza, masticar chicle, o tragar saliva son buenas opciones.

Al ser un órgano tan sensible, hay que saber cuidarlo bien. Hay que evitar los lugares con ruidos fuertes por tiempos prolongados, o utilizar protección adecuada cuando se los frecuente. Cuando se use audífonos o auriculares, hay que procurar que el volumen no sea demasiado alto y no usarlos durante varias horas seguidas. Los sonidos muy altos pueden dañar las vellosidades dentro de la cóclea, y los mensajes no van a llegar al cerebro de la manera en la que deberían. El sonido ocurre lentamente y al inicio, puede que la persona no lo sienta. Algunas señales de alerta son los sonidos extraños, como zumbidos, o una alteración en los sonidos que se escuchan. Si esto ocurre, es necesario ir al doctor.