Los expertos aseguran que un niño contrae algún tipo de dolencia hasta diez veces al año.  Se pueden contagiar de piojos o gripe por el simple contacto con otros niños, jugando en la escuela o camino a casa, y luego podrían contagiar al resto de la familia. Estas son las dolencias más comunes entre los pequeños y consejos para detenerlos a tiempo.

La gripe es muy común entre los niños. No porque el resfriado se encuentra suspendido en el aire como nos han hecho creer toda la vida, sino porque se transmite por lo general a través del tacto. Los niños son excelentes poniendo sus manos en juguetes, juegos y no son frecuentes para lavarse las manos. Esto hace que sus manos estén llenas de gérmenes y sea más fácil transmitirlos. Si bien no hay una verdadera cura para esta dolencia, te recomendamos mucho reposo e hidratación para tu pequeño, además de enseñarlo a lavar sus manos con regularidad.

Otra infección común es la otitis on infección del oído. Sucede cuando el oído se inflama generando dolor y una ligera disminución temporal de la audición. Si se convierte en una situación crónica, el oído medio se llena de líquido pegajoso y el dolor es mayor. Si tu hijo tiene esa condición, lo mejor es visitar un médico quien probablemente recete antibióticos para reducir el riesgo de complicaciones.

Una molestia que tienen frecuentemente es el dolor de crecimiento, es más común en preescolares y pre adolescentes. Se da porque los huesos crecen más rápido que los músculos y aparecen por lo general en la noche después de un día activo. Puedes aliviar este dolor un compresas frías o calientes (según lo que le alivie más), masajes y un análesico como ibuprofeno.

Los piojos podrían ser uno de los recuerdos más molestos de la infancia. Estos animales se alimentan de la sangre del cuero cabelludo y se reproducen con gran velocidad en la cabeza. La mala noticia es que basta juntar las cabezas lo suficiente (como en clase por ejemplo) para contagiarse y podría no presentar mayores síntomas que una ligera picazón. Revisa la cabeza de tus niños con frecuencia, en caso de encontrar piojos utiliza un shampoo especial para eliminarlos.

Las hemorragias nasales son muy comunes entre los niños que viven en climas secos. En caso de que se presente una, inclina la cabeza de tu hijo hacia adelante mientras se aprieta la nariz con los dedos pulgar e índice por cinco minutos completos o puedes usar una bolsa de hielo. Evita esto con un poco de vaselina en las noches para mantener las fosas nasales húmedas.

Entre los niños también es frecuente encontrarse con enfermedades eruptivas ocasionadas por virus como la varicela, sarampión, rubéola, verrugas y otras afecciones. Si tu hijo presenta erupciones y otros síntomas que la acompañan, es importante visitar a un médico que podrá hacer el diagnóstico apropiado.

Por último, la conocida tos o dolor de garganta. Estos síntomas por lo general reflejan una infección del tracto respiratorio o si es recurrente, un problema subyacente como asma o alergias. Ingerir alimentos fríos y suaves como el helado o yogur puede aliviar el malestar. Pero si no para, es importante visitar a un médico.

Recuerda que si estas dolencias presentan mayores complicaciones o son muy recurrentes, es importante llamar a tu pediatra y recibir un diagnóstico preciso.