En la actualidad es muy común ver niños que usan aparatos ortodóncicos para corregir la dentadura, a lo que muchos padres se preguntarán: ¿cómo puedo saber si mi hijo los necesita y cuándo?. A continuación les daremos algunos tips y señales para aprender a reconocerlos.

Somos conscientes de que como padres, es importante ser capaces de identificar los primeros síntomas de problemas en los dientes de nuestros pequeños, y poder darles la atención necesaria. Cuando no se abordan adecuadamente estos problemas pueden tener un impacto negativo en su salud bucal, por eso, identifica estas situaciones a tiempo:

  • Pérdida temprana, tardía o irregular de los dientes de leche.
  • Dificultad para masticar o morder.
  • Dientes apretados, desplazados o bloqueados.
  • Mandíbulas con displasia o sonidos en la articulación temporomandibular.
  • Mordidas en la mejilla o el paladar.
  • Dientes que se posicionan de manera anormal.

El cuidado de la salud dental empieza desde el nacimiento del primer diente. A partir de ese momento es importante tener una revisión periódica dos veces al año con un especialista, sobretodo en el proceso de nacimiento y cambio de dientes de leche, que usualmente va desde los 6 a los 13 años. Es importante, también, dar seguimiento al crecimiento de los primeros dientes, ya que muchas veces no llevamos la cuenta de cuántos dientes de leche se han perdido y, si esta cantidad es excesiva, podría ocasionar un problema ya que no están guardando el espacio para los correspondientes dientes definitivos.

Es interesante conocer por qué se generan los problemas ortodónticos. La mayoría son genéticos o hereditarios. Otros se desarrollan con el tiempo debido a la succión del pulgar o alguno de los dedos, esto es común en niños pequeños y cotidianamente lo llamamos «chuparse el dedo». Factores como: respiración bucal, caries, accidentes, deglución tipo infantil, persistencia de chupón y biberón pasados los dos 2 años o una mala nutrición influyen en la salud dental de nuestros hijos.

Si hay un diagnóstico temprano, el tratamiento es mucho más exitoso y las probabilidades de corregir la salud dental de nuestros pequeños es casi asegurada. Como lo habíamos comentado, la asesoría de un especialista es fundamental, ya que cualquier problema clasificado como una «mala mordida» puede minimizarse con el tratamiento ortodóncico apropiado, incluyendo:

  • Dientes torcidos o mal alineados.
  • Falta de dientes o uno extra.
  • Una sobremordida.
  • Posición incorrecta de la mandíbula.
  • Trastorno de la articulación mandibular.

Deja que tus hijos sonrían con confianza y cuida de su salud dental oportunamente. A todo esto: ¿cuándo fue la última vez que visitaron a un odontólogo?