La goma de mascar no está hecha para ser ingerida, pero realmente ¿se puede quedar pegada en los intestinos si se traga? Una gastroenteróloga ha revelado qué es lo que pasa cuando una persona se traga un chicle por accidente.
En una entrevista para Buzzfeed, la gastroenteróloga Lisa Ganjhu, del Centro Médico Lagon de la Universidad de Nueva York, explicó exactamente qué es lo que pasa con un chicle en el sistema digestivo.
Aparentemente, una goma de mascar pasa por el cuerpo como cualquier otro alimento, pero sí es más difícil de digerir.
“El tracto gastrointestinal es muy fuerte, si puede digerir un filete, puede digerir un chicle”, dijo la doctora Ganjhu.
Los movimientos gástricos, los ácidos y las enzimas son los que ayudan a desintegrar el chicle. Sin embargo, no se disuelve completamente debido a sus propiedades químicas. Tampoco se desintegra en el intestino delgado, como sí lo hacen otras comidas. De todas maneras, el chicle será digerido eventualmente.
“Es verdad que la mayoría de componentes de un chicle no se pueden encontrar en la naturaleza”, dice Robynne Chutkan, gastroenteróloga y profesora asistente de medicina en la Universidad de Georgetown. “Debido a eso, el cuerpo no tiene las enzimas que se necesitan para desintegrarlo. Sin embargo, eventualmente, la goma de mascar pasará por el intestino delgado, y luego al colon, donde se mezclara con las heces y luego será expulsada”, explica.
De esta manera, la doctora Ganjhu y la doctora Chutkan acaban con el mito de que la goma de mascar se queda pegada a las paredes intestinales. “Una que vez que está adentro, será expulsada, como todo lo demás”, dijo Ganjhu.
“No hay un tiempo específico porque el sistema digestivo de cada persona es diferente”, explicó Ganjhu.
De acuerdo a Chutkan, un chicle, como un grano de maíz, será expulsado después de uno, dos o hasta tres días después de haber sido ingerido, pero el lapso de tiempo es relativamente corto.”Es una cuestión de días, no de semanas, y ciertamente no de años”.
Por otro lado, David Milov, de la Clínica Nemours para Niños, en Orlando, Florida, expresó que durante las colonoscopias, nunca se encuentran chicles que hayan estado ahí más de una semana.
En conclusión, la goma de mascar es igual que otras sustancias que son difíciles de digerir y eventualmente pasará a través del tracto digestivo.
Los riesgos del chicle van más allá del mito que dice que se pega en los intestinos. Puede provocar asfixia en los niños pequeños; el azúcar provoca el deterioro de los dientes; y nadie sabe a ciencia cierta qué efectos a largo plazo tienen los químicos que se usan en este tipo de alimentos procesados. Aunque no todo sobre la goma de mascar es malo. Algunos estudios aseguran que puede ayudar a disminuir las molestias causadas por el reflujo ácido, y los chicles libres de azùcar ayudan a combatir las caries. En todo caso, hay que consumirlo con moderación. “En general, entre menos exposición haya a ingredientes artificiales, mejor”, expresa Chutkan. “Nuestros cuerpos simplemente no fueron hechos para digerirlos”.
Fuente: The Sun
