Formas inesperadas en las que podrías dañar tu hígado

El hígado es el encargado de procesar las grasas, el alcohol, los medicamentos y muchas otras cosas que ingerimos. Si no lo cuidamos debidamente podríamos desarrollar enfermedades muy graves.

El azúcar, por ejemplo, no solo es mala para los dientes sino también para el hígado. Este órgano utiliza un tipo de azúcar llamado fructosa para producir grasa. Cantidades excesivas de azúcar refinada o jarabe de maíz alto en fructosa causas una sobreproducción de grasa, lo que conlleva a desarrollar enfermedades del hígado. Los estudios demuestran que el azúcar puede dañar al hígado tanto como el alcohol, aunque la persona no tenga sobrepeso. Esta es una razón más para limitar el consumo de alimentos con azúcar añadida como las gaseosas, las pastas y el caramelo.

Los suplementos naturales puede que no sean muy bueno para el hígado. Por ejemplo, existe una hierba llamada kava kava que se utiliza para calmar los síntomas de la menopausia o para relajarse. Sin embargo, los estudios demuestran que pueden afectar al funcionamiento normal del hígado. Esto puede desencadenar en hepatitis o en una falla hepática. En algunos países se ha prohibido el uso de esta hierba. Siempre es recomendable consultar con el médico antes de tomar cualquier suplemento herbal para asegurarse de que no va a tener efectos negativos.

El exceso de grasa puede acumularse en las células hepáticas y volverse hígado graso de origen no alcohólico. Con el tiempo, la grasa puede solidificarse y cicatrizar el tejido hepático, lo que los doctores llaman cirrosis. Las personas con sobrepeso, obesidad, de mediana edad o con diabetes son más propensas a desarrollar esta condición. Una dieta adecuada y el ejercicio puede ayudar a prevenir o detener el progreso de la enfermedad.

La vitamina A es necesaria para el correcto funcionamiento del organismo, y normalmente se obtiene  de una dieta que incluya frutas y vegetales frescos, especialmente aquellos que son rojos, amarillos y naranjas. Si además de esto, se toma suplementos con niveles altos de vitamina A, se puede causar un grave problema al hígado. Se debe consultar con el médico antes de tomar suplementos porque probablemente no son necesarios.

Medicamentos como el acetaminofén también pueden perjudicar al hígado. Es un buen analgésico en caso de dolor muscular, dolor de cabeza o durante un resfriado, pero debe ser tomado en las cantidades correctas. Es necesario revisar la posología y la dosis adecuada para un día.

Las grasa trans son otro enemigo del hígado. Son grasa hechas por el hombre que normalmente se encuentran en alimentos empacados u horneados. El alto consumo de grasa trans provoca aumento de peso, lo cual no es bueno para el hígado.

El alcohol es un conocido factor de riesgo para desarrollar enfermedades del hígado. Sin embargo, pocas personas conocen realmente los límites dentro de los cuales se puede beber sin afectar al hígado. También se debe a las personas no analizan bien la cantidad de alcohol que entra en un vaso. Por ejemplo, un vaso para una bebida estándar debería albergar 5 onzas de vino, o 12 onzas de cerveza, o 1,5 onzas de licor. Lo recomendado es que las mujeres ingieran máximo una bebida alcohólica al día y, los hombres, máximo dos bebidas al día.

Fuente: WebMD