Seamos realistas, ninguno de nosotros piensa que las papas fritas (o cualquier comida frita) sea buena para la salud. Pero tampoco pensamos que por cada porción que comamos perdemos años de vida. Malas noticias: un nuevo estudio publicado en The American Journal of Clinical Nutrition asegura que este plato aumenta el riesgo de muerte temprana.

Según el estudio las personas que comen papas fritas (cualquier variedad) más de dos veces por semana tienen más riesgo de una muerte temprana que las personas que las comen con menos frecuencia.

Para realizar esta investigación, se incluyó a 4.440 personas, de entre 45 y 79 años de edad. Los investigadores trabajaron junto a los participantes por un período de 8 años e incluía preguntas sobre su dieta. Al concluir los 8 años, la probabilidad de muerte temprana era aproximadamente dos veces más alta en el grupo que comió papas fritas más de 2 veces a la semana.

Es importante mencionar que este estudio no proporciona una relación de causa y efecto. De hecho, solo especifica que los participantes que comían muchas papas fritas murieron más temprano, pero no detalla cómo específicamente. Otro problema es que los participantes contaron sobre su dieta en base a lo que recordaban y esto puede no ser muy específico. ¿Recuerdas lo que comiste hace una semana?

Esto tampoco descarta que las papas fritas sean el alimento más sano y que debes vivir de este acompañante. El estudio concluyó que varios factores de esta comida podrían conducir a la mortalidad: el primero es su alto contenido en aceite y por lo tanto grasas trans, los altos niveles de sal y finalmente la incidencia más alta de condiciones médicas que pueden aumentar el riesgo de la muerte.

Los alimentos fritos podrían aumentar el riesgo de enfermedades como obesidad, presión arterial alta y colesterol alto. Además de que el proceso de freír cualquier alimento altera su calidad y aumenta el contenido calórico del mismo. Por ejemplo, no es lo mismo comer un huevo cocido que un huevo frito.

El mejor consejo que puedes tomar es reducir la cantidad de fritos que consumes en general. Si vas a comer una hamburguesa, acompáñala con una ensalada en lugar de papas fritas. Y si definitivamente quieres comer papas fritas, lo mejor es prepararlas en casa y secar la grasa extra con una servilleta. O mejor todavía, anímate a cocinarlas con aceite de oliva y al horno. No notarás la diferencia.