Los antibióticos son utilizados a nivel mundial para tratar infecciones bacterianas, aunque lastimosamente también son usados indiscriminadamente y la mayoría de veces sin una verdadera indicación médica. El abuso de los mismos tiene al mundo frente a una grave amenaza de resistencia, pero al parecer ese no es el único efecto secundario de su uso y mal uso.

Una nueva investigación reporta que, para las mujeres mayores de 60 años, existe una asociación entre el uso a largo plazo de antibióticos y una mayor probabilidad de muerte vinculada a causas cardiacas.

El estudio de más de 37.000 mujeres estadounidenses no pudo demostrar que los medicamentos que combaten las bacterias fueran la causa de esta alarmante tendencia, o si los culpables son las enfermedades contra las que los antibióticos fueron administrados.

«Todavía no está claro si el uso de antibióticos a largo plazo es la causa específica de la asociación, por ejemplo, las mujeres que informaron el uso de antibióticos podrían haber estado enfermas de condiciones no conocidas», dijo el investigador principal, el Dr. Lu Qi, profesor de Epidemiología en la Universidad de Tulane en Nueva Orleans.

El reporte indicó que las mujeres de 60 años o más, que tomó antibióticos durante al menos dos meses, tenían un 27% más de probabilidades de morir por cualquier causa en un período de ocho años, y tenían un riesgo 58% más de probabilidad que dicha causa sea una enfermedad cardíaca, específicamente .

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Esto fue cierto incluso después de que los investigadores consideraron otros factores de riesgo tradicionales, como la dieta, la obesidad y el uso de otros medicamentos.

Es posible que los antibióticos por sí mismos sean la causa de la elevación del riesgo, dijo el grupo de Qi, principalmente porque estudios anteriores han demostrado que los antibióticos pueden conducir a cambios crónicos en la composición de las bacterias que viven en el intestino humano o «microbiota».

«Las alteraciones de la microbiota intestinal se han asociado con una variedad de trastornos potencialmente mortales, como enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer», dijo Qi en un comunicado de prensa de la American Heart Association.

«La exposición a antibióticos afecta el equilibrio y la composición del microbioma intestinal, incluso después de que uno deja de tomar antibióticos, por lo tanto, es importante comprender cómo tomar antibióticos podría modificar los riesgos de enfermedades crónicas y la muerte«.

Las mujeres en el estudio se dividieron en cuatro grupos según su uso de antibióticos: aquellas que nunca los tomaron; aquellos que los tomaron por menos de 15 días; aquellas que los tomaron entre 15 días y 2 meses; y aquellas que tomaron los medicamentos durante 2 meses o más. Los investigadores monitorearon a las mujeres durante 8 años.

El estudio además mostró que el vínculo entre el uso de antibióticos y el aumento del riesgo de muerte fue más relevante entre las mujeres que también informaron haber usado antibióticos a una edad más temprana, de 40 a 59 años, que las que no tomaron los medicamentos cuando eran más jóvenes.

Sin embargo, dos especialistas Cardiólogos tienes sus reservas frente a la culpabilidad de los antibióticos. «Si un paciente requiere antibióticos durante dos meses o más al año, es inherentemente una población más enferma y más frágil«, dijo la Dra. Rachel Bond quien dirige el Women’s Heart Health en el Hospital Lenox Hill en la ciudad de Nueva York.

Bond dijo que, por lo tanto, «no es sorprendente» que las mujeres que están más enfermas también tengan corazones débiles.

La Dra. Cindy Grines, presidenta de Cardiología en el Long Island Jewish Medical Center en New Hyde Park, Nueva York, coincide con Qi en que «ha habido numerosas advertencias sobre la asociación de ciertos antibióticos con la muerte cardiaca súbita debida a una arritmia (latidos cardiacos anormales)».

Por lo tanto, «personalmente les digo a mis pacientes cardíacos que no usen antibióticos para infecciones de leves a moderadas como la bronquitis o la sinusitis».

Aunque Grines agregó que el riesgo para el corazón generalmente ocurre mientras el paciente toma el medicamento, no años después, como se vio en el nuevo estudio. Entonces, como Bond, Grines sugiere que «los antibióticos prolongados se administraron por una afección médica grave que finalmente contribuyó a la muerte del paciente 20 años después«.

Los hallazgos presentados por el estudios aún se consideran preliminares hasta que se publiquen en una revista revisada por pares. Sin embargo pone en alerta frente al consumo, muchas veces desmedido, de los antibióticos.