El mal aliento puede afectar de manera negativa la vida de quien lo sufre, en especial de manera crónica. Y si bien el nivel varía mucho de una persona a otra, todos podríamos tenerlo en algún momento del día o con muy poca frecuencia. Estos son algunos motivos que podrían ocasionar mal aliento sin que tu lo supieras. Ahora podrás evitarlo.

Tu propia boca

Si, el problema podría estar en tu propia boca. Muchas veces las bacterias que se encuentran en la lengua son la causa principal del mal aliento. Lo mejor es tener una rutina de higiene dental que incluya un raspador de dientes y enjuague bucal para hacer una limpieza completa.

Las responsables también pueden ser las caries y los dientes agrietados, o incluso dentaduras mal ajustadas. Estas ranuras que se pueden formar por varios motivos en nuestros dientes, atrapan partículas de comida que generan bacterias, mal aliento, enfermedades de encías y más caries. Recuerda visitar a tu dentista con frecuencia.

Lo que comes

No vamos a hablar del aliento que puede provocar el ajo o la cebolla, si no de otros factores menos conocidos. ¿Sabías que una dieta baja en calorías puede causar mal aliento? Cuando empiezas una dieta de este estilo y además aumentas la cantidad de proteína, tu cuerpo necesita quemar grasa para obtener energía. Este proceso particular genera un compuesto llamado cetona que causa el mal aliento. Te recomendamos llevar chicle sin azúcar a la mano, además de tener una rigurosa higiene bucal si te encuentras en un régimen de este tipo.

Las frutas deshidratadas se han vuelto un snack popular en los últimos años, por su alto valor nutricional y su facilidad de ser llevadas. Lo que no muchos saben es que su alto contenido en azúcar brinda a las bacterias el olor ideal para alimentarse, sin mencionar su calidad pegajosa. Cuando comas este snack, ve por tu cepillo de dientes después.

Finalmente el after office también puede ocasionar más que un chuchaqui. El alcohol seca la boca, lo que ocasiona un proceso llamado halitosis con las bacterias y empieza el mal aliento. Lo mismo sucede con la cafeína, comidas picantes y cigarrillos. Las bocas secas no huelen muy bien, de hecho esto es lo que ocasiona el famoso “aliento mañanero”.

Algunas enfermedades

Como si la gripe no causara suficientes molestias, una infección en el tracto respiratorio también podría ocasionar mal aliento. La causa puede ser un poco desagradable, pero sucede que las bacterias gustan del moco y una persona con gripe es el refrigerio ideal.

Otra condición que puede ser responsable son los tonsiolitos, o cálculos de amigadalas. Se trata de unos pequeños racimos blancos formados principalmente por bacterias que se encuentran en las amígdalas y parte posterior de la lengua. Además del mal olor, no ocasionan mayores inconvenientes. Tu dentista te ayudará a encontrar la solución, aunque por lo general la receta es gárgaras con agua sal.

Un síntoma común de la acidez estomacal o del reflujo ácido es el mal aliento. Esto por lo general proviene de un alimento que no ha sido digerido o bien de la irritación del ácido del estómago. Si sufres de este mal, tu médico te puede ayudar a curar los síntomas.

Y por último, incluso la cura puede perjudicar nuestro aliento. Algunos medicamentos, como antidepresivos o anti alérgicos pueden disminuir el flujo de saliva y volvemos al problema de la boca seca. Visto que dejar los medicamentos no siempre es una opción, lo mejor es mantenerse hidratado y tener chicle sin azúcar para estimular la producción de saliva.

El mal aliento puede ser prevenido con una buena higiene dental que incluya cepillo, hilo dental, enjuague y raspadores de lengua. Recuerda realizar este proceso al menos dos veces diarias. Si notas que es un problema crónico, te recomendamos que visites a tu dentista.