El corazón es un músculo que necesita varios nutrientes para funcionar correctamente. Varios de ellos pueden ser incluidos en la dieta diaria ya que son muy fáciles de encontrar en los alimentos.

Los cereales de avena y salvado, por ejemplo, son una forma saludable para comenzar el día. Tienen fibra soluble, que ayuda a reducir el colesterol «malo» (LDL). Otras buenas fuentes de fibra son los frijoles y los granos integrales, como la cebada. También puede obtenerlo como un suplemento, como psyllium, pero lo ideal es tener una dieta rica en fibra. Las frutas, como las manzanas y las fresas, tienen un tipo de fibra soluble, llamada pectina, que también ayuda a reducir el colesterol LDL.

Otra manera de reducir el colesterol LDL es incluir en la dieta alimentos que contengan estanoles y esteroles. Se pueden encontrar estos nutrientes en algunas frutas, vegetales, nueces y semillas. Bloquean la absorción de colesterol en el cuerpo. Las almendras, los cacahuetes, el aceite de oliva y las coles de Bruselas son buenas opciones.

También se puede ingerir alimentos que tengan esteroles y estanoles agregados, como la margarina, el jugo de naranja y algunos tipos de yogur. Los suplementos pueden ser una forma útil de reducir el colesterol, pero siempre hay que consultar con el médico antes de empezar a tomarlos.

Otro alimento saludable para el corazón es el ajo. Las personas han utilizado el ajo como medicamento durante siglos, y los estudios sobre suplementos muestran que puede tener beneficios para la presión arterial y los niveles de colesterol. Antes de probar cualquier píldora hay que consultar con el doctor, ya que puede aumentar su riesgo de sangrado e interferir con los medicamentos que toma.

La vitamina D juega un rol muy importante en la salud del corazón, pero hay pocos alimentos que la contienen. El salmón y el atún se encuentran entre ellos. También se puede encontrarla en leche «fortificada» y jugo de naranja que tengan la vitamina D añadida. Los investigadores todavía están estudiando sus usos y si los suplementos pueden ayudar.

Los ácidos grasos omega-3 ayudan a mantener las arterias despejadas, a equilibrar la presión arterial y a reducir los niveles de triglicéridos, que son grasas en la sangre que pueden aumentar el riesgo cardíaco. Una buena forma de obtener este nutriente es comer pescado graso, como el salmón o la caballa, dos veces por semana. El médico podría recomendar suplementos de aceite de pescado si es que considera que la persona necesita más omega-3 en su dieta.

Beber té verde reduce el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares. Algunos estudios sugieren que las sustancias químicas que contiene el té verde, llamadas catequinas, pueden reducir el colesterol.

Ya sean frescos o cocinados en una salsa, los tomates también son grandes amigos del corazón porque contienen licopeno. Los estudios sugieren que el licopeno reduce el riesgo de enfermedades cardíacas, aunque no está claro exactamente cómo funciona. Se puede ingerir licopeno como un suplemento, pero los investigadores creen que es mejor si se obtiene de los alimentos.