Combinar antibióticos y estatinas puede ser muy peligroso

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Tomar estatinas (medicación para reducir el colesterol) al mismo tiempo que ciertos antibióticos comunes, se ha relacionado con rabdomiolisis (rotura de las fibras musculares), falla renal e incluso la muerte, en personas mayores de 65 años.

Es muy común que las personas de la tercera edad, consuman más de un medicamento a la vez. Por lo que, conocer de memoria la medicación que se toma, identificar posibles reacciones adversas e interacciones medicamentosas es primordial para determinar si existe una situación que requiere atención inmediata.

Si una persona consume estatinas y es mayor de 65 años, debe mantenerse alejada de 2 antibióticos: la claritromicina y la eritromicina, para estar a salvo de interacciones “droga-droga”, que son raras pero potencialmente mortales, de acuerdo a una investigación.

Los dos antibióticos mencionados, así como las estatinas, utilizan la misma ruta para su metabolismo, razón por la que, al ingerir los antibióticos, el metabolismo de las estatinas se enlentece y su concentración se incrementa en sangre a niveles tóxicos.

Los síntomas de toxicidad son dolor muscular, alteración renal, falla renal y en última instancia toxicidad letal.

Efectos adversos de la combinación antibiótico-estatina

El Dr. Amit X. Garg, médico nefrólogo y director de la Unidad de Investigación Clínica del Riñón, en London Ontario, y sus colegas revisaron los registros médicos y medicamentosos de 144.000 pacientes canadienses, mayores de 65 años.

Encontrando que, los pacientes que consumían estatinas y fueron recetados claritromicina y eritromicina tenían el doble de riesgo de ser hospitalizados por rabdomiolisis. El riesgo relativo de muerte tras 30 días fue 1.5 veces más alto en los pacientes con la combinación mencionada.

Por el contrario, pacientes tomando estatinas junto con azitromicina, otro antibiótico que tiene un mecanismo de acción diferente, no presentaron ningún incremento en la toxicidad. “La interacción ha sido descrita por la cantidad de tiempo que una droga tarda en procesarse, pero éste es el primer estudio basado en población, con un gran número de pacientes”, dijo Garg. “Estamos creando conciencia del problema, para prevenir que ambas drogas se prescriban al mismo tiempo”, agregó.

El Dr. Garg hace énfasis en que ambas medicaciones, son frecuentemente prescritas en adultos mayores. “La claritromicina y eritromicina son antibióticos comunes usados para tratar neumonía, infecciones de vías aéreas y sinusitis” comentó.

El Dr. Christopher P. Cannon, médico cardiólogo del Hospital de Brigham y profesor de Harvard en Boston, advierte que las toxicidad que puede surgir de la combinación medicamentosa no necesariamente es causa y efecto. “El estudio es observacional, no definitivo”, dijo.

Saber reconocer una interacción droga-droga

Persona viendo por un mirador

Puede ser una tarea difícil. “Síntomas inespecíficos, como dolor muscular, puede ocurrir en la toxicidad por estatinas, síntomas que pueden aparecen también, cuando hay un resfriado, por lo que es complejo reconocerlo. Sin embargo, cuando si existe toxicidad, la persona suele acudira al hospital ya gravemente afectada”.

La función renal es la clave del diagnóstico, muchos pacientes llegan necesitando diálisis urgente”, dijo Garg.

Es muy importante estar atento a los síntomas inusuales que pueden indicar un efecto adverso de la medicación. «Los dolores musculares son generalmente el signo de advertencia de la rabdomiólisis», dice Cannon. «Llamar al médico si se acaba de comenzar un nuevo medicamento y tiene un efecto secundario, sería el camino a seguir».

Existen dos maneras de evitar las interacciones. La primera es cambiar de antibiótico, por uno que no utilice la misma ruta metabólica y sea efectivo para la infección en curso, como la azitromicina. La otra es, interrumpir el consumo de las estatinas por los días que dure el tratamiento (5 en general) para luego reiniciarse inmediatamente. La ventaja que da el consumo de estatinas, requiere que no se suspenda el tratamiento por más de lo mencionado.

Aunque realmente, la mejor manera de evitar interacción potencialmente tóxica, sería no recetar o ingerir antibióticos injustificadamente. Por ejemplo en las infecciones respiratorias, donde el 90% son virales y no requieren antibiótico.

Siempre que se vaya a iniciar una medicación nueva, es indispensable consultar con el médico de cabecera por posibles reacciones adversas.