El talco para bebés de ha estado en el mercado por décadas. En un inicio este producto fue comercializado para niños, pero posteriormente se convirtió en un producto para toda la familia. Su imagen siempre se asoció con algo puro, saludable, suave y fresco, pero, ¿será posible que su uso se asocie con uno de los tipos de cáncer más letales?.

Un grupo de usuarias alega que el de talco para bebés, utilizado rutinariamente para la higiene de la zona íntima, está asociado con la aparición de cáncer de ovario. Un tipo de cáncer al que se le conoce como el “asesino silencioso”, ya que no manifiesta ningún síntoma hasta que se encuentra muy avanzado, y las opciones terapéuticas son limitadas o nulas.

Deborah Giannecchini, una mujer que radica en Modesto, California, es una de las 4,800 mujeres que aseguran la causalidad entre el talco y el origen de su enfermedad.

El producto se vende desde hace más de 100 años y los artículos en donde se relaciona su uso con cáncer de ovario aparecieron por primera vez hace 40 años. En donde ciertos investigadores en los años 80, reportaron un incremento en la incidencia de éste tipo de cáncer.

En el 2006 la Organización mundial de la salud (OMS), decidió clasificar al uso de talco en general, como posiblemente carcinogénico para humanos. Pero existe gran debate en la comunidad científica sobre este hecho, en donde, la mayoría de investigadores concuerdan en que se requiere mucha más investigación para probar una relación de causa-efecto entre el talco y el cáncer de ovario.

Principalmente, debido a que el cáncer es una enfermedad de crecimiento lento, no es una enfermedad que aparece inmediatamente tras la exposición a un carcinógeno, no toma días, ni meses, puede tomar varios años, por lo que no se puede probar su relación directa. Además, al ser una enfermedad multifactorial, puede estar influenciada por la genética, la alimentación y la exposición ambiental.

Debido a la disyuntiva entre la comunidad científica, algunas compañías que comercializan talco para bebés, han colocado una advertencia en sus etiquetas manifestando que el uso de talco para la higiene personal podría estar relacionado con el desarrollo de cáncer de ovario.

Debido a la información inconclusa al respecto, en la mayoría de demandas el fallo ha sido decidido por cada juzgado. En el caso de Deborah Giannecchini, en particular, el juzgado determinó que si existe una relación causal, y Giannecchini ganó la demanda por 70 millones de dólares, decisión a la que una compañía comercializadora de talco apeló.

Así como ella, existen miles de demandantes en espera de un juicio, sin embargo las compañías están determinadas a desmentir la asociación de su producto estrella con el cáncer ovárico. La comunidad científica tienen la ardua labor de realizar más estudios que permitan dilucidar cuál es la verdad tras un componente de varios productos de higiene y belleza.