Cada vez más investigaciones sugieren que la hora a la que comemos puede ser tan importante como lo que comemos. De ser así, ya no debemos poner únicamente atención a la cantidad de grasa y azúcar que consumimos, sino también encontrar el mejor momento para hacerlo. Así que si estás tratando de bajar de peso, estos podría ser muy útil.

El primer estudio fue llevado a cabo con 420 participantes con sobrepeso y obesidad. Las personas fueron divididas en dos grupos: el primero comía desayunos con más carbohidratos y almorzaba temprano, mientras que el segundo consumía más carbohidratos por la noche y almorzaba tarde. Al cabo de 20 semanas los resultados del primer grupo fueron mejores, en promedio el primer grupo bajó 22 libras mientras que el segundo 17 libras.

Un segundo estudio dio seguimiento a dos grupos de mujeres con sobrepeso. Todas consumían dietas idénticas de 1.400 calorías diarias por 12 semanas, la diferencia era cómo se distribuían los alimentos. El primero consumía 700 calorías en el desayuno, 500 en el almuerzo y 200 en la cena. El segundo 200 en el desayuno, 500 en el almuerzo y 700 en la cena. 12 semanas después el primer grupo perdió aproximadamente 2 ½ veces más peso que el grupo de la cena grande. Además, este grupo mostró otros beneficios para la salud en general, incluyendo la disminución de riesgo para la diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.

¿Por qué sucede esto? Si bien los estudios continuarán para tener conclusiones más claras sobre cómo funciona el metabolismo en este aspecto, los investigadores sugieren que se relaciona de manera directa con nuestro reloj biológico que a su vez es influenciado directamente por la luz natural. A través de este reloj, nuestro cerebro sabe qué hora del día es y da diferentes órdenes de velocidad al metabolismo.

Si quieres poner en práctica esto para bajar de peso, tenemos algunas recomendaciones. La primera es no saltarse el desayuno, si es necesario levántate más temprano. Esto es importante no sólo por los resultados de estos estudios, sino también porque muchos expertos indican que podría generar más hambre durante el día.

Segundo, lleva un snack saludable siempre contigo. Es importante mantener el metabolismo funcionando a través de 5 comidas diarias. Tercero, a la hora del almuerzo come de manera inteligente. Divide tu plato para calcular las porciones, la mitad debe tener vegetales, un cuarto de proteína y un cuarto de carbohidratos (mejor si son altos en fibra).

Y finalmente a la hora de cenar, evita los carbohidratos o empieza a reducirlos. Pon en práctica estos consejos y comenzarás a notar una diferencia, no olvides que deben ser acompañados de una dieta equilibrada y actividad física moderada.