Todas las personas tienen su sangre compuesta por, básicamente, los mismos elementos, pero existen varios tipos de sangre. El tipo relacionado a cada persona está determinado por sus genes y es heredado de sus padres.

En promedio, se puede encontrar entre cuatro y seis litros de sangre dentro de una persona. La sangre está formada por varios tipos de células. Los glóbulos rojos son los encargados de llevar oxígeno a todos los tejidos del cuerpo y de remover el dióxido de carbono. Los glóbulos blancos destruyen a células invasoras y luchan contra enfermedades e infecciones. Las plaquetas ayudan a la coagulación de la sangre. Todas estas células se encuentran flotando en un líquido llamado plasma, que está compuesto de proteínas y sales.

Lo que diferencia a cada tipo de sangre es la combinación única de moléculas de proteínas, llamadas antígenos y anticuerpos. Los antígenos viven en la superficie de las células rojas y los anticuerpos se encuentran en el plasma. Su presencia en la sangre es la base de la clasificación sanguínea.

Existen 35 sistemas de grupos sanguíneos en el mundo, pero la mayoría de las personas se encuentran dentro de los dos grupos más comunes. Los doctores lo llaman Sistema ABO de Grupo Sanguíneo y grupo Rh. Los grupos están basados en la presencia, o no, de dos antígenos específicos, los A y los B. El grupo A tiene el antígeno A y el anticuerpo B. El grupo B tienen el antígeno B y el anticuerpo B. El grupo AB tiene los antígenos AB pero ningún de los dos anticuerpos. El grupo O no tienen ninguno de los antígenos pero tiene los anticuerpos A y B.

Además, existe el tercer tipo de antígeno, llamado factor Rh. Si la sangre tiene este antígeno, se dice que el tipo sanguíneo es Rh positivo (Rh+). Si no lo tiene, es Rh negativo (Rh-). Este factor es lo que determina los ocho tipos de sangre, ya que se dividen en: A+ y A-, B+ y B-, AB+ y AB-, O+ y O-. El 90% de la población humana tiene estos ocho tipos de grupos sanguíneos. La mayor parte de personas, el 65%, tiene sangre A+ u O+. Las probabilidades de tener un tipo de sangre u otro varían dependiendo del lugar de nacimiento. El tipo O es más común en el hemisferio oeste, mientras que los tipos A y B son más comunes en el hemisferios este. Las posibilidades de tener el tipo AB- son menos del 2% en cualquier parte del mundo, por lo que se considera un tipo raro de sangre.

Los grupos sanguíneos fueron descubiertos en 1901 por el científico austríaco Karl Landsteiner. Antes de ello, los doctores pensaban que la sangre era la misma en todos, por ello mucha gente moría cuando se le realizaba una transfusión sanguínea.

Ahora, los expertos saben que si se mezcla dos tipos de sangre, esta puede aglutinarse, y puede llegar a ser fatal. Esto se debe a que los anticuerpos de la persona que recibe la transfusión atacan a las células de la sangre del donador, causando una reacción tóxica.

Para que una transfusión sea segura y efectiva, se debe verificar que el donador y el receptor tengan tipos de sangre compatibles. Lo ideal sería que ambos tipos de sangre sean una coincidencia exacta, su sangre pasa por un proceso llamado pruebas cruzadas. Sin embargo, no siempre tiene que ser el mismo tipo de sangre, basta con la compatibilidad.

El tipo de sangre O- se considera el más seguro para donar a cualquier persona en una situación de emergencia o cuando no existen reservas del tipo exacto de sangre que necesita el paciente.

Fuente: WebMD