¿Quieres tener una vida sexual sana y sin problemas? Pues es mejor que evites los niveles altos de colesterol. Todos queremos disfrutar del sexo, y este puede ser un excelente motor que nos motive a cuidarnos y a vigilar nuestro colesterol debido al impacto que puede causar.

El colesterol alto puede disminuir el flujo sanguíneo pélvico, lo que hace más difícil excitarse. Es algo que afecta tanto a hombres como mujeres: el colesterol estrecha los vasos sanguíneos por todas partes, desde el corazón hasta la pelvis. Pero en el caso de los hombres, los problemas de erección que se den pueden incluso ser un signo de alerta temprana de una enfermedad cardíaca.

Contar con hábitos saludables es algo que mejora nuestros niveles de colesterol y, por lo tanto, también afectan de manera positiva a nuestra líbido. Entre esos hábitos están hacer ejercicio, comer bien y mantener un peso adecuado. Respecto a esto último, existe la creencia de que si eres delgado no debes preocuparte del colesterol y no es así: tanto tus genes como lo que comes pueden causarte problemas, así que nada de dejar de prestarle atención.

Hay muchos tipos de colesterol, pero aquellos a los que se suele nombrar más es al LDL y al HDL, conocidos como «colesterol malo» y «colesterol bueno» respectivamente.

Si en nuestra sangre hay demasiado LDL, este puede acumularse en las paredes de las arterias y formar placa. Esta acumulación estrecha las arterias y las endurece, poniéndonos en riesgo de sufrir un infarto cardiaco o un derrame cerebral.

Por su parte, el HDL se encarga de hacer lo contrario: un trabajo de limpieza en nuestros vasos sanguíneos. Lleva el exceso de colesterol al hígado donde nuestro cuerpo se deshace de él y así las arterias no se obstruyen.

A pesar de que, como hemos dicho, los problemas de colesterol en la vida sexual afectan a ambos sexos, lo cierto es que los hombres suelen presentar problemas con el colesterol antes que las mujeres. La razón se encuentra en las hormonas, concretamente en el estrógeno. Esta hormona femenina baja el colesterol «malo» y eleva el «bueno». Sin embargo, no es suficiente como para compensar los malos hábitos alimenticios y hay que tener en cuenta que las mujeres pierden esta ventaja natural después de la menopausia.

Medidas preventivas

Adelgazar, eliminar el consumo de grasas saturadas y evitar las grasas trans son algunos de los cambios en nuestro estilo de vida que pueden llevarnos a prevenir los problemas de colesterol y, por lo tanto, contribuir a que nuestro desempeño y disfrute sexual mejore. Dejar de fumar también ayuda a aumentar nuestro colesterol «bueno».

En lo que se refiere al ejercicio, de cara al colesterol lo mejor es lo que se conoce como «cardio». Debe ser moderadamente intenso para que tenga efecto: por ejemplo, correr lento o caminar de manera enérgica. Es decir, algo que nos haga sudar y que aumente nuestro ritmo cardiaco.

Y por último, otra cosa a tener en cuenta es los beneficios del alcohol a la hora de elevar los niveles de colesterol «bueno». No hay unanimidad entre los expertos acerca de esto, pero dicen que el límite está en consumir uno o dos tragos al día para los hombres y uno al día para los mujeres. Eso sí, recuerda que beber demasiado en malo para la presión arterial y puede dañar tu salud de muchas otras maneras.

Fuente: WebMD